miércoles, 12 de enero de 2011

Segundos Fracasos

Este es el segundo cómic.
Después de haber hecho el anterior con personajes comiqueros (totalmente plagiados de uno de los dibujantes más mayores) e influenciado por revistas como catalanas como Rambla, no se me ocurre otra cosa que hacer uno de estilo "hiperrrealista", con el fin de vacilar al personal y demostrar lo buen dibujante que era (snif!!).
Me lo curré con Rotring (aparatejo que nunca dominé e, incluso, odié por su autonómica dispersión de la tinta china. Manchurrones y ditadas llenaban las páginas. Se utilizaba en dibujo técnico y a mi me temblaba en las manos como el vibrador de una novicia).
Ahora pienso porqué leches no me curré mejor el texto, pero entonces, meter un texto o una trama en un dibujo era cosa de profesionales. Las tramas eran pegatinas transferibles tipo "letraset"que quedaban perfectas, pero como digo, nunca fuí un astro de la limpieza y la perfección.
El tema dejaba de ser puramete infantil, con terapia de choque, a tratar directamente de drogas, camellos, etc...diálogos de besugos con silencios cansinos, me sirvieron de introducción en un mundo oscuro y vertiginoso.
En la vida real iba jugueteando con toda clase de destructores neuronales, que tanto juego me iban a dar posteriormente. Como dijo el otro día, bromeando, un escritor de literatura fantástica: "De pequeño me encantaba amorrarme al depósito de la gasolina de la moto de mi padre....nunca sabré si eso influyó en la manera de ver después la vida": grandes reflexiones de ayer y hoy, donde las haya..

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